lunes, 2 de enero de 2017

nuevos bolsillos

Como bien sabéis algunos aquí la menda lleva dos años estudiando Marketing e Investigación de mercados, y seguro que también sabéis que doy todo tipo de asignaturas que no están relacionadas con el marketing en sí.
Hoy os traigo una publicación de una temática muy distinta al resto y desde la opinión de una estudiante de marketing y gran observadora, así que si por aquí hay algún experto economista que no se tire de los pelos al leer cosas que igual no son del todo correctas.

A este segmento de mercado lo voy a llamar 'jóvenes de la crisis'. No, no os quiero contar no mal que estamos, ni lo dificil que nos será un trabajo en condiciones, ni hablaros sobre la según yo, sobreeducación porque ya hay mil personas escribiendo sobre esto a diario. No vamos a caer en la trampa de lo mainstream y sobre lo que queda bonito leer.

El otro día reservé unos billetes de avión Málaga-Edimburgo, ida y vuelta por 44 euros y tres noches en un albergue en la Old Town edimburguesa por unos 60-70 euros, he viajado por Portugal gastándome unos 12 euros diarios comiendo en buenos restaurantes, he comprado ropa por unos precios que dan risa, que estado durmiendo en hoteles decentes y no tan decentes por 15 euros la noche, he ido a cines por 2 euros, he ido a festivales de dos días con grupazos por 15 euros y una larga lista de experiencias por precios que nadie sabe cómo pero los he conseguido.

Con esto me refiero ni más ni menos a que nosotros, los 'jóvenes de la crsis' estamos experimentando un cambio total de hábitos de consumo porque todos hemos visto cómo se han ido haciendo ajustes en la economía familiar a lo largo del 2007 y quizás aún más desde 2012. Y es que es algo normal, estamos viviendo en una sociedad en la que existe un 22.7% de paro, en la que los sueldos, si hay, son más bajos y las situaciones laborales más precarias. Casi todos hemos visto cómo han llegado más marcas blancas, como nuestras pagas se han hecho más pequeñas, el fenómeno de añadir a todo un 'low-cost' para hacerlo inmensamente más atractivos a nuestros bolsillos, la revolución de los productos rebajados a más del 50% por el hecho de que faltan dos días para que caduquen, y yo os digo que siempre incluso de pequeña me encantaba ir al supermercado y ver los precios, analizar todo.. y que estas nuevas secciones no se veían porque íbamos 'sobrados', también un gran surgimiento de Outlet en tiendas que antes no lo necesitaban o no lo veían atractivos, el Outlet de Mango, por ejemplo, la estampida de ofertas relámpagos en viajes, las compañías aéreas low cost, la normalización de quedarnos en albergues u hostales, las páginas de comparación de precios entre distintos hoteles, la inundación de productos chinos por páginas web como Aliexpress de Alibaba que desde hace poco tiempo cotiza en Bolsa, las enormes etiquetas rojas...

Y es que esos somos nosotros, jóvenes y exigentes consumidores que tras haber experimentado, o seguir experimentando en primera persona este fenómeno de crisis, buscamos unos precios demasiado competitivos sin prácticamente importarnos cómo han llegado esos precios a ser tan reducidos. ¿Cómo me explicáis que se hayan comprado billetes de avión por diez euros? ¿cómo trabajan los empleados de esa compañía? ¿cómo afecta al resto de empresas que cumplen 'más' con las normativas ofreciendo unos precios más 'razonables'? ¿Cómo me he podido comprar jerseys por 6 euros? ¿cómo trabajan los fabricantes del sector textil y cómo se pagó a ese proveedor de lana?


Las situaciones socio-económicas nos afectan de una manera increíble a la hora de comprar y de nuestros hábitos de consumo y más si vemos que nuestros padres también se dejan llevar por estos precios tan competitivos. Y es que yo creo que es muy difícil cambiar esta mentalidad de consumo en nosotros porque nos será complicado llegar a aceptar precios más altos en un futuro por servicios que ahora no pagamos prácticamente nada. También podéis fijaros en vuestros abuelos, en aquellos que sufrieron las posguerra, el hambre, el que no lleguen productos al mercado y en que una vez pasada esta época y hasta sus últimos días seguirán amontonando cantidades y cantidades de comidas en sus casas.

Los futuros trabajadores en marketing tenemos mucho trabajo por delante...
punteros